Galeria Arte Africano

Las líneas de esta estatuilla de Mangbetu recuerdan las pinturas corporales y las escarificaciones del grupo, como las de los pigmeos Asua con quienes la tribu mantenía relaciones. Estos variaban según las circunstancias. Los Mangbetu llevaban el peinado alargado porque desde muy pequeños los niños eran sometidos a compresión del cráneo con cintas de rafia. Posteriormente, los Mangbetu “tejían” el cabello en mechones de mimbre y aplicaban una diadema en la frente para extraer el cabello y acentuar el alargamiento de la cabeza. Pátina marrón satinada.
Los antiguos llamaban beli a estas figuras de antepasados ​​guardadas fuera de la vista y comparables a las que pertenecían a su sociedad secreta nebeli.
Instalado en la selva del noreste de Zaire, el reino Mangbetu se expresó a través de obras arquitectónicas que impresionaron a los visitantes europeos en el siglo XIX. Sus muebles, armas, adornos y estatuas estaban imbuidos de una rara cualidad estética. De hecho, la historia de Mangbetu se basó en el refinamiento de su corte, pero también en costumbres caníbales. Por eso el rey Mangbetu “Munza” fue apodado “el rey caníbal”.