Taburete esculpido que puede ser utilizado como velador, con una muy bonita pátina de uso, brillante, en el asiento. Un personaje naturalista, desprovisto de armas, forma el soporte. Una base circular ocupa el volumen del tablero superior. Grietas y abrasiones. En el siglo XIII, el pueblo Kongo, liderado por su rey Ne Kongo, se asentó en una región en el cruce de las fronteras entre la actual RDC, Angola y Gabón. Dos siglos después, los portugueses entraron en contacto con el Kongo y convirtieron a su rey al cristianismo. Aunque monárquico, el sistema político de Kongo tenía un aspecto democrático porque el rey fue colocado a la cabeza del reino luego de una elección realizada por un consejo de gobernadores de las tribus. Este rey, también llamado ntotela, controlaba el nombramiento de los funcionarios judiciales y provinciales. Los nganga, ambos curanderos, se encargaban de las actividades religiosas y de mediación hacia el Dios llamado Nzambi a través de figuras consagradas denominadas nkisi.
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