Escultura africana asociada a los antepasados, escudo simbólico del clan, recubierta con láminas de metal según la tradición Kota. Estas estatuas relicario se distinguen por la forma del tocado, que varía según la región. Este ejemplar presenta un rostro aureolado de esferas metálicas que recuerdan a las pupilas globulares. Erosiones. Los Kota habitan la parte oriental de Gabón, rica en mineral de hierro, y algunos en la República del Congo. El herrero, además de tallar madera, elaboraba herramientas para trabajos agrícolas así como armas rituales. Las esculturas que desempeñaban el papel de "médium" entre los vivos y los muertos que velaban por sus descendientes, estaban asociadas a ritos bwete, comparables a los de los Fang. A veces tienen dos caras, los mbulu-viti, que simbolizan el aspecto masculino y femenino al mismo tiempo. Este tipo de pieza, denominada ngulu, actuaba como "guardiana" de las reliquias encima de las cestas que contenían los restos mortuorios de los antepasados de alto linaje. En presencia exclusiva de los iniciados, las decisiones importantes del clan se tomaban durante ceremonias durante las cuales se sacaban y utilizaban los relicarios. Para reactivar su carga mágica, los iniciados frotaban la reliquia con arena.
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