Estatuillas de Ibeji, encarnación del niño desaparecido en el arte africano yoruba. Grandes ojos almendrados, escarificaciones con muescas en la cara, trenzas recogidas en una cresta generalmente ilustran las tradiciones estéticas del arte yoruba africano. Esta efigie femenina lleva collares de perlas y caracoles y un torque de madera. Estos adornos tenían una función protectora. Pátina brillante, reflejos índigo. En la lengua del pueblo yoruba, ibeji significa gemelo: ibi por nacido y eji para dos. Representan la figura de un gemelo fallecido. Estas estatuillas africanas llamadas ibeji son entonces tratadas como lo habría sido el niño desaparecido. Es la madre quien debe cuidarlos; ella puede lavarlos y alimentarlos regularmente. Si ella muere, el gemelo restante se hace cargo. Considerado como mucho más que una representación física de un ser querido, el ibedji influye en la vida de la familia, razón por la cual ésta continúa dirigiendo oraciones hacia él y dedicándole culto y libaciones. Hay decenas de corrientes estilísticas diferentes para estas famosas piezas. Un cuidadoso estudio comparativo ha sido realizado por Fausto Polo y Jean David en el libro Catálogo del Ibeji
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