Utilizada durante los rituales de adivinación, esta escultura africana permitía al adivino establecer, según él, contacto con los antepasados. Integrando la categoría de objetos nkisi, nkishi, se supone que está dotado de un poder secreto, receptáculo de energía espiritual. Los Luba, al igual que sus vecinos Songye, utilizan este tipo de objetos relacionados con la adivinación kashekesheke denominados katatora y lubuko. Según François Neyt, el objeto fue tallado en una madera (kibekwasa) con propiedades mágicas. Durante la entrevista, el anillo fue agarrado por el adivino y su cliente, quienes lo deslizaron sobre un tapete o reposacabezas en respuesta a las preguntas realizadas (produciendo el sonido "kashekesheke", "extrayendo la verdad"). Originalmente, se debía insertar un cuerno fetiche en la parte superior. Pátina brillante de uso, ligeras abrasiones. Fuente: "Luba, Roberts".
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